La conciliación remota fue una respuesta del Centro Federal de Conciliación y Registro Laboral (CFCRL) a las restricciones operativas por la emergencia sanitaria por la covid-19. Esta modalidad ayudó a que se realizaran las audiencias de mediación ante la dificultad de acudir a una oficina del organismo. Pero debido a los ahorros y los beneficios que este esquema otorga, la autoridad definió los lineamientos para reglamentar este mecanismo y establecerlo como una opción permanente.