A dos meses de la entrada en pleno de la reforma en materia de outsourcing hay focos rojos encendidos, sobre todo porque hasta ahora no se sabe en dónde quedaron los 900,000 trabajadores que dejaron de estar bajo un esquema outsourcing; los indicadores del mercado laboral señalan un crecimiento de la informidad; se mantienen las malas prácticas, ahora conocidas como CUCAS (esquemas fiscales sofisticados), y las plataformas del IMSS e infonavit están desvinculadas lo que impide un cumplimiento pleno, incluso para cuando llegue el momento de las inspecciones.