En un nuevo esfuerzo para controlar la pandemia, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, amplió el jueves (09.09.2021) la obligatoriedad de la vacuna contra el COVID-19 para los 2,1 millones de empleados federales, durante un discurso desde la Casa Blanca, en momentos en que su popularidad política ha decaído. Además, se exigirá el mismo requisito a los contratistas que trabajen con el Gobierno federal, y presionará a las empresas privadas para que hagan lo mismo. En concreto, los de compañías de más de cien empleados deberán presentar test o estar vacunados.